lunes, 14 de octubre de 2013

Reflexiones de la Navidad en Puerto Rico

El puertorriqueño aprovecha la época navideña para festejar en grande y establecer resoluciones para el año nuevo

Foto: johannyvazquezpaz.blogspot.com
Las navidades en Puerto Rico se celebran por todo lo alto.  Aunque se trata de la festividad más importante del cristianismo por el nacimiento de Jesús, en el país es sinónimo de mucha fiesta y algarabía .  Tan es así, que el boricua llora si no le “dan de beber” y no prende la luz porque “mete las patas”, letras musicales que no pueden faltar en las parrandas. 

El último día del año llega y todos entran en un estado de plena reflexión.  El recuerdo de lo que ocurrió en el año comienza a pasear por la mente.   Más allá de eso, ¿qué hubo de bueno en nuestras vidas? ¿Y de malo? En ese punto comienza el “tira y jala” de qué será de cada uno.

Lo primero que encabeza la lista de resoluciones es bajar de peso.  El verano será lo próximo y hay que tener el “bikini body” listo, por lo que el té verde, la zanahoria, y batidas o pastillas pasan a sustituir la dieta del arroz, los pasteles y el lechón a la varita que tanto se disfrutó en diciembre.

Llega agosto y antes de que los nenes se suban al carro para ir la escuela, el primer pensamiento que surge es que esto se acabó ya. “¡Dios mío, esto va volando!”  ¡Claro que va volando! ¿O Walgreens le da un “breiquecito” a Halloween y al pavo? Muy poco.

Ir a las tiendas trastorna el calendario biológico; lo acelera. Según PRboriken.com, esto  se debe a la influencia norteamericana, por lo que las navidades se inician generalmente desde el Día de Acción de Gracias.  

Así, llega otra Navidad más y con ella el último día del año.  Antes, hay que ahuyentar los malos espíritus y cada país tiene una forma para hacerlo.  Si no es para espantar lo malo es para atraer lo bueno.   Es importante preparase por si se decide viajar.

Si se pasa en España,se deben comer doce uvas o vestir una peluca.  Rezar si se visita a Israel y estar listo para celebrar por tres días en Tailandia.  En Brasil se va a la playa a gozar del mar.  No importa si es en China, Japón o Francia, hay algo que no se debe olvidar: estar en el país el 6 de enero para celebrar el Día de los Reyes Magos y seguir disfrutando de Las Octavitas y de las Fiestas de la Calle San Sebastián.

Yo me quedo aquí.  Me comeré las uvas o lo que haya, prenderé velas o cualquier cosa, y me sentaré a ver los fuegos artificiales de los vecinos.  Claro, brindaré sin importar si es con champaña o con pitorro.

Pediré a Dios por que todas las familias puertorriqueñas se den un abrazo caluroso aunque sea a distancia.  Pediré para que todos puedan celebrar el Día de Año Nuevo sin tragedias que lamentar.  Así debe ser.  

¿Y la lista de resoluciones? Fácil.  La misma del año pasado.

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